Este libro habla sobre las criaturas más bellas, raras, misteriosas del mundo: las aves. Pero no se acerca a ellas con la codicia del ornitólogo ni del cazador. Intenta entrar, con toda la delicadeza posible, en la vida de ciertos seres no humanos y escuchar lo que tienen para transmitir: Los pa?jaros veni?an/ () / y se marchaban callados, / sabiendo algo. Desde muy temprano se nos enseña que hay jerarquías. Que ser humano es una instancia superior. Este libro, rara avis, nos propone todo lo contrario. Los pequeños somos nosotros. Como la poesía de Alex, las aves de las que habla este libro conocen su ruta y van serenas y precisas hacia ella. Crudo y tierno a la vez, Al filo de la visión abreva en las aguas no contaminadas, en el cielo abierto, en el aire libre del humo de los incendios que devastan los montes. Este libro es necesario porque nos hace respirar en ese mundo hermoso que perdimos y que Alex, por un rato, nos permite recuperar. (Claudia Masin).