Carl Schmitt, si bien jurista de profesión, fue un autor con intereses intelectuales muy dispares: filosofía política, relaciones internacionales, ciencia política, teología, literatura
En la obra que tiene el lector en sus manos, Catolicismo romano y forma política (Römischer Katholizismus und politische Form), descubrirá que también fue objeto de su aguda mirada el análisis de la Iglesia católica en cuanto institución multisecular modelo, según el autor alemán, de autoridad político-jurídica contrapuesto al triunfante proceso de secularización política y moral contemporáneo impulsado por el positivismo científico, el liberalismo y la Revolución de Octubre. El interés de Schmitt por el estudio de la Iglesia católica no es puramente académico, sino que está enraizado en sus orígenes familiares católicos y sus preocupaciones políticas más profundas. De ahí que el jurista alemán muestre en la obra contenida en este volumen una notable admiración hacia esa organización eclesiástica considerada por él baluarte, aunque frágil, frente a sus particulares demonios y llegue a propugnar sutilmente al final de su escrito una apuesta de la Iglesia por el naciente fascismo italiano. Schmitt manifiesta además en su pequeño libro todo su pesimismo y desprecio hacia una modernidad, que, falta de ideales dignos de ese nombre, corre el riesgo de autodestruirse. Una visión schmittiana de las cosas que sólo se puede explicar por las terribles experiencias de la Primera Guerra Mundial, el miedo a la revolución bolchevique, la humillación del Tratado de Versalles y la crítica situación de la Alemania de la primera posguerra, todo lo cual no es óbice al carácter premonitorio de algunas de sus observaciones.