Diario de ruta es un libro que testimonia el hacer cotidiano de un maestro y sus alumnos en la Escuela Pública Nº 15 del Distrito 13 de Villa Lugano, Ciudad de Buenos Aires. Estos relatos despliegan agudas reflexiones sobre la vida de los niños, el docente y la trama escolar.
La obra de Horacio Cárdenas le permitirá al lector ingresar, en plano diferentes, pero relacionados, a una experiencia que se desarrolla en condiciones sociales complejas. En estas narraciones aparecen la función social de la escuela, los obstáculos de enseñar y aprender, los pequeños huecos por donde se filtra la luz, junto con la creatividad conquistada y disfrutada por los alumnos. Esos niños, supuestos fracasados del sistema hipócrita, se aferran al conocimiento cuando un maestro no hace caso a los designios o las falsas profecías.
El aula entrelaza los oscuros meandros de vidas complejas y esperanza obligada que se conjugan en la búsqueda de un horizonte a construir. Los niños allí hablan, escriben, cuentan, dibujan, juegan, se confunden, se animan, pelean, se ayudan, deciden. El maestro piensa junto a sus alumnos y los piensa.
Dicen en la escuela que misteriosamente apareció Luis Fortunato Iglesias espiando a través de la ventana del aula. Sonreía iluminado.
Alerta: se pronostican nuevos vientos de estrellas.