Las aventuras del Rey Arturo y de sus caballero de hicieron famosísimas allá por la Edad Media. Tenían un poco de verdad y un mucho de fantasía; estaban plagadas de caballeros valerosos envueltos en armaduras, de torneos, de pendones, de castillos, de enemigos malvados, de bosques misteriosos, de empresas imposibles, de pócimas, de hechiceros y de damas más inalcanzables que la luna y el sol.