«Todo el mundo me usó de forro: la Cámara Argentina de la Construcción y Cristina. Acá todos se limpiaron el culo conmigo.» Lázaro Báez al autor, desde la cárcel de Ezeiza, 2 de julio de 2016 «Cuando me subí a una Ferrari pensé que era Dios, pero era un boludo.» Leonardo Fariña al autor, desde la cárcel de Ezeiza, 12 de febrero de 2016 La figura de Lázaro Báez, los bolsos repletos de dólares de José López, el conteo frenético de dinero en "la Rosadita", los hoteles fantasma de la ex presidente# La corrupción durante el kirchnerismo tiene símbolos varios pero un eje principal: el negocio de la obra pública. Esta investigación de Luis Gasulla explica en detalle la matriz de los negociados relacionados con la infraestructura de nuestro país y revela por qué esa matriz -que vincula a empresarios corruptos con políticos coimeros a la vista de una justicia garante de impunidad- sigue activa en tiempos de Cambiemos. Los testimonios de funcionarios con las manos sucias, intermediarios clave, parejas o confidentes despechados dispuestos a todo antes y ahora, y millonarios siempre amigos del poder configuran un panorama en el que quedan expuestos con claridad los mecanismos fraudulentos de licitación en distintos niveles del Estado, el financiamiento non sancto de la política, el rol de la Cámara Argentina de la Construcción, la conexión entre los negocios de la construcción y del juego, y hasta el vaciamiento de YPF. Eso no es todo: aquí están Cristóbal López, los Eskenazi, Rudy Ulloa, Electroingeniería, Austral Construcciones, pero también IECSA (la empresa de Ángelo Calcaterra, a quien los medios llaman "el testa-primo de Macri") y el selecto grupo de empresarios cercanos al PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Por primera vez, el verdadero "club de la obra pública" al desnudo.