Elvio Guastavino es un hombrecito gris, marchito, solitario, que parece inofensivo, pero... creció a la sombra deformante de un padre militar, argentino, torturador y perverso para más datos, y tiende a acomodar su existencia en los huecos de una obsesión que apenas logra enmascarar un episodio terrible de su pasado. Enamorado de una muñequita de porcelana, Guastavino es puro resto nocturno: una pesadilla transformada en realidad, el maestro de ceremonias de un cuento dark que, de la mano de la afilada dupla Varela-Trillo, marca un verdadero hito en la historieta argentina. "Este Guastavino es una soberana historieta y una novela hecha y derecha, no una graphic novel a la equívoca moda. Es una novela como El Eternauta era un folletín. Las escenas tienen la morosidad y el detalle -en el diálogo, en el dibujo- propios de un universo literario. Y es un relato de género también, un guión clase B bien cargado, si se quiere. Novelado. Me gusta pensar en un desquiciado relato de Matheson o Fredric Brown o Laiseca pero con el marco formal de la exposición de un caso clínico." Juan Sasturain