¿Quién es Daniel Angelici? De hijo de un obrero italiano que llegó después de la Segunda Guerra Mundial a importante actor en la industria del azar; factor aglutinante de radicales -y no solo de correligionarios- con vocación de poder que se salieron de las anquilosadas estructuras partidarias; sinuoso operador judicial y, también, presidente de uno de los clubes más importantes del continen-te. En apenas tres décadas, amado y odiado por igual, el Tano amasó un considerable volumen de poder. Hasta su salto a la fama como presidente de Boca, Angelici era, para los más informados, un nombre destacado dentro del mundo del juego. Tal vez, para los más memoriosos, un militante radical de base. Ahora todo parece haber cambiado bruscamente. Alcanza con ver las menciones en los medios más importantes del país cuando: "El Moyano de Macri", "El Operador", "El poderoso hombre del juego" son apenas algunas de las formas de aludirlo. El Tano desgrana minuciosamente la trayectoria política de un personaje tan hábil como enigmático, uno de los pocos que forman parte de la mesa chica del presidente Mauricio Macri.