En 1615 aparece en Madrid un volumen titulado «Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados. Compuestos por Miguel de Cervantes Saavedra». Algún tiempo antes ya había anunciado el autor su intención de darlo a la imprenta "para que se vea de espacio lo que pasa apriesa". Los entremeses piezas teatrales cortas intercaladas en la representación de las comedias ofrecen en Cervantes una especie de diálogo con la literatura de su época, e incluso con su propia escritura. Presentan un fresco de personajes que se mueven en la ciudad burocrática de la España barroca, continuando la tradición viva de «La Celestina» y la novela picaresca.