Golazo es el apodo que le pusieron a Gonzalo, no porque sea bueno en el fútbol, sino porque siempre se le ocurren ideas que son un golazo. Narrada en primera persona, esta novela cuenta las aventuras de un grupo de chicos del barrio de Barracas. Así, compartimos con ellos el episodio de cuando, por ahorrarse el dinero que les habían dado para el colectivo, deciden cortar camino para ir a la playita y terminan bañándose en el Riachuelo, o aquel otro en el que, con materiales de desecho de una fábrica
y la ayuda del barrio, construyen una plaza con juegos en el boulevard de una avenida.