"El Paso de los Libres está en la tradición de Ascasubi y del también conspirador José Hernández. La adecuación de la manera de esos poetas al episodio actual es tan feliz que no delata el menor esfuerzo. La tradición, que para muchos es una traba, ha sido un instrumento venturoso para Jauretche. Le ha permitido realizar obra viva, obra que el tiempo cuidará de no preterir, obra que merecerá -yo lo creo- la amistad de las guitarras y de los hombres".
(Jorge Luis Borges, prólogo a El Paso de los Libres, 1934.)
"Los viejos mitos del capital invertido, de la inferioridad del criollo, de la superioridad germánica y anglosajona, de la democracia turnante, de la superioridad del doctorcito sobre la enjundia del caudillo auténtico, el prestigio de los congresos internacionales, de las Ligas de las Naciones, de los panamericanismos, la necesidad de ser bien vistos desde el exterior y de agradar a proveedores de empréstitos, todo lo que constituye el oficio mental del coloniaje estaba triunfante [...] Faltaba la voz del pueblo auténtico [...] En esa hora incierta, nació FORJA en la soledad de lo argentino".
(Discurso del 29 de junio de 1942.)
"Deje que los intelectuales, tipo Mayo y Caseros, le metan fierro a los caudillos y a los 'negros'. Pero son los negros los que nos volverán a salvar de esa economía pastoril ordenada en inglés".
(Carta a Ernesto Sabato, septiembre de 1956.)
"A los nacionalistas les dije: el nacionalismo de ustedes se parece al amor del hijo junto a la tumba de su padre. El nuestro, se parece al amor del padre, junto a la cuna del hijo y esta es la sustancial diferencia. Para ustedes, la Nación se realizó y fue derogada; para nosotros, todavía sigue naciendo".
(FORJA y la década infame, 1962.)
"Descubrir las zonceras que llevamos adentro es un acto de liberación, es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido pues hay cierta analogía entre la digestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al sicoanálisis, que son los modos de vomitar entripados y siendo uno, el propio confesor o sicoanalista".
(Manual de zonceras argentinas, 1968.)
"No tengo ninguna objeción que hacer al socialismo nacional fuera de señalar el peligro de que lo primero oscurezca lo segundo, lo de nacional. [...] No es posible quedarse a contemplar el ombligo del ayer y no ver el cordón umbilical que aparece, a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes".
(Revista Cuestionario, 20/6/73.)
"Para mí, el fin ha sido la comunicación, difusión y proselitismo [...] Escribo para que me lean y me gusta que me lean, pero no escribo para ser grato a ningún oído. Mi objeto es persuadir, especialmente a los no persuadidos [...] Trato de comunicarme y para determinados fines, generalmente, proselitistas; no puedo de tal manera separar literatura y pueblo."
(Entrevista de Blas Matamoro en revista Latinoamericana, agosto de 1974.)