Un hombre recibe la noticia de la muerte de su padre. Lo esperan un velorio de dos días con sus noches, la familia, el reencuentro con sus ex mujeres: el pasado que vuelve, el presente que abruma. También las temibles cuentas pendientes con un padre distante e inaccesible. El hombre, que ha dejado de beber, otra vez derrapa en el alcohol, la cocaína y el sexo ciego. Pero también escribe: golpea ferozmente una máquina de escribir para aplastar a pura palabra el descomunal malestar que lo consume. Haciendo de su vida literatura, Pablo Ramos
retoma en esta novela a Gabriel, el protagonista de El origen de la tristeza nacido en El Viaducto, que muchos años después vuelve a sumergirse en el agua podrida del arroyo del barrio donde se ha criado, para salir purificado y dejar que el rencor y el cinismo cedan lugar a la ternura.