Nave insignia radial de una nación que padeció colapsos institucionales, Radio Nacional tuvo claroscuros similares a los que iluminaron y ensombrecieron el país. Nacida en 1937 en Buenos Aires, como una curiosa concesión de una empresa privada, primero fue la radio del Estado y hoy es la radio pública. En el histórico edificio de Maipú 555 del microcentro porteño, Radio Nacional alberga a la AM 870 y a tres emisoras de FM (Folklórica, Clásica y Rock) junto a Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE). Además, 40 "crías" auditivas se despliegan por todo el país desde La Quiaca a la Antártida, todas ellas conformando LRA, sigla que representa a La Radio Argentina.
De esto habla este libro terminado a muchas manos, voces y sonidos.
Esta detallada investigación periodística -concebida en 2010 como el aporte de la radio pública a los festejos del Bicentenario- es, antes que una historia política de la emisora, un homenaje a quienes en cada etapa hicieron posible su existencia como testigo de grandes hechos.
Esta segunda edición realizada por Colihue completa la investigación hasta fines de 2011. Un centenar de voces entregan sus reconocimientos y también sus cuestionamientos sobre lo que significó ser oyente de la radio pública. Entre ellos, el testimonio de los 26 directores que condujeron Radio Nacional desde 1983 (incluido el de los actuales, María Seoane y Vicente Muleiro). También están los relatos memorables que llegan desde las provincias, esos lugares en los que hacer radio excede largamente el parámetro del mero entretenimiento.
El libro ofrece, ordenadas década por década, las líneas de programación, las tendencias artísticas y los protagonistas de cada momento. Tiene crónica, ejercicios de memoria, anécdotas curiosas y una enorme cantidad de ilustraciones. La crítica y la autocrítica no están ausentes, en el intento de eludir una versión de la historia edulcorada y conformista.
Y de yapa, las grandes voces de Héctor Larrea y Marcelo Simón proponen al lector otra forma de recorrer esta historia: dos CD con audios de archivo que confirman una construcción colectiva y diversa. Sorprende y emociona escuchar a Juan Domingo Perón, Evita, Juan Pablo II y Leopoldo Marechal.
También la palabra de Tita Merello, Alberto Ginastera, Antonio Esteban Agüero, Sixto Palavecino y Mercedes Sosa, entre tantos nombres inolvidables.
Estos sonidos complementan lo escrito desde la memoria sonora y muestran al país de la radio, al que tanto le debemos cotidianamente, como si fuera un gigantesco dial.