El ser humano ha creído que alguna fuerza oculta dirige el rumbo de sus acontecimientos. Que la vida es una sucesión de hechos resultantes de causas independientes de su voluntad, como la suerte, el azar, etc. Muchos no creerán quizás en estas coincidencias. Pero... en realidad, ¿qué es el destino?, ¿cuál es esta fuerza oculta que rige nuestra vida?, ¿será que no participamos en la construcción de nuestro destino?... Existe una ley detrás de todo esto que se llama la Ley de Acción y Reacción, o Causa y Efecto, o Ley del Karma. ¡Sea Karma o Destino, usted es dueño de su Destino! Esta obra ayuda a buscar y a encontrar suficiente información sobre el Karma, Vida y Transformación, llevando al lector de una manera serena y pacífica, sin culpas y sin miedos, a asumir la total responsabilidad en la construcción de su destino. Karma es una palabra sánscrita que significa "acción". El karma es el destino del que cada hombre es protagonista a través de sus acciones. Es una ley cósmica que regula nuestra evolución, no sólo cuerpo y vida físicos, sino también otros tipos de evolución ultrafísica y ultraterrestre. En esta obra trataremos el karma en su aspecto físico y ultrafísico (metafísica), es decir, en el plano espiritual. Esta ley cósmica es conocida desde hace mucho tiempo por la humanidad, y en cada lugar del mundo tiene una forma particular de entenderla y de vivirla. Esta ley nos enseña que toda acción crea una reacción, positiva o negativa, dependiendo de cómo sea la acción originariamente realizada. Dentro de esta gran ley existe otra ley divina, la ley del libre albedrío, que facultad a todos los seres, que estén bajo la ley del karma, a que tenga una total libertad para decidir a través del uso de su voluntad sobre el camino a seguir en su vida; esto es, para decidir libremente su destino. La ley del karma nos muestra que cuando cometamos una acción negativa, a menos que ésta sea transformada (purificada), viviremos sus consecuencias (causa-efecto). La ley del libre albedrío nos concede total libertad de acción. Si nuestras acciones son positivas, avanzaremos en nuestra vida. Si cometemos una acción negativa, ésta producirá una ley de retorno, es decir, una acción negativa pidiendo transformación. Quizás lo más importante no sea preguntarnos de dónde venimos ni a dónde vamos; quizás sería más útil conocer qué hacemos en este mundo y cómo debemos hacerlo. Debemos darnos cuenta de que la evolución por la transformación de nuestras acciones y pensamientos mediante la ley del karma es un atajo para que alcancemos rápidamente el camino que nos lleva al bienestar y a la paz interior en nuestro interior. Debemos sentir que somos eternos. ¡Usted es autor, director e intérprete de su propia existencia!