El pueblo del que este libro trata se llamaba a sí mismo con varios nombres: eran mexicas porque vivían en la ciudad de Mexico; se llamaban, a veces, aztecas, porque provenían de la legendaria ciudad de Aztlan, el lugar de la blancura; y eran también colhuas, y eran también nahuas, porque hablaban la lengua náhuatl, considerada la lengua de los pueblos más urbanos y cultos del México antiguo: los toltecas.
Su asentamiento definitivo en el valle de México, luego de una extensa y accidentada migración, fue consumado con la fundación de la famosa ciudad de Tenochtitlan, sobre el lago Texcoco, que deslumbraría luego a los conquistadores y sobre la que se asienta hoy la ciudad de México. Desde ese centro fueron conquistando a todos los pueblos de la región hasta que lograron construir un grande y poderoso imperio, tal vez el más extenso que jamás existió en la región antes de la llegada de los españoles.
Narrado casi como un cuento, este libro repasa entonces la historia de los mexicas o aztecas, nos invita a recorrer la vida cotidiana en su famosa ciudad, sus mercados, palacios y templos, y a conocer el universo religioso sobre el que fundaron su modo de ser en el mundo. Finalmente, nos relata cómo muchos elementos de su cultura siguen vivos en el México de hoy.