El origen de Miramientos se encuentra en el Apéndice «Artistas perfectos», que cierra el libro Vidas escritas. En él, Javier Marías comentaba los retratos fotográficos de treinta y siete autores, todos extranjeros y todos muertos. La exclusión ahí de autores en español, llevó al autor a escribir para la revista Campus Cervantes el comentario a los retratos de Valle-Inclán, Borges, Aleixandre, Benet, Bioy Casares, García Lorca, Victoria Ocampo, Fernando Savater, Cabrera Infante, Neruda, Mendoza, Martínez Sarrión, Cernuda y Quiroga, y a recogerlos, posteriormente y junto a otros retratos, en este volumen que completa con un «Autorretrato farsante» dedicado a sí mismo, una tentación que, como el propio Javier Marías reconoce, no pudo evitar, pero a la que intentó enfrentarse con el mismo «miramiento». «Breve, muy bien escrito, elegante con inteligencia y pasión, éste es un repertorio de subjetividades bien resuelto, que se esfuerza por averiguar lo que está ante los ojos, y que nunca es inocente. A partir de ahora, antes de sonreír al fotógrafo nos lo pensaremos dos veces, porque puede ser grave.» CARLOS PUJOL, ABC