Estamos, como muchos se han ocupado de señalar, ante un cambio de paradigmas. Asimilar la globalización a una revolución copernicana implica comprender que las naciones no han desaparecido ni van a desaparecer en lo inmediato, como se anunciaba hace una década. Lo que sí está desapareciendo es la era en la que las categorías nacionales ocupaban el centro del escenario social y las instituciones de cada país gozaban del monopolio de las acciones; todo lo cual obliga a un reemplazo de los viejos conceptos. Con este ambicioso libro Fernando Iglesias se propone, anclando su lúcido análisis en la experiencia argentina, por un lado, describir las complejas dinámicas de la globalización; y, por el otro, contribuir a la reconexión entre la emergente modernidad global y las tradiciones del universalismo ilustrado, cuya relación fue interrumpida por un siglo XX marcado por el apogeo de particularismos nacionalistas, clasistas, racistas y religiosos.