La idea de nación es una de las más poderosas de la modernidad occidental. Ni siquiera las nuevas realidades del internacionalismo o la globalización han podido restar fuerza a los discursos que intentan definir lo nacional, postular sus orígenes, narrar las claves de su progreso y su sentido. Sin embargo, más que una sustancia inalterable en el tiempo, la nación es un laboratorio de diferencias culturales que mutan al ritmo de las migraciones, los conflictos sociales y la tensión entre lenguajes hegemónicos y posiciones minoritarias. Nación y narración, ya una referencia ineludible en el campo de los estudios poscoloniales, pone en tela de juicio la autoridad de conceptos como tradición, pueblo, cultura, que suelen presentarse en el marco de una narrativa evolucionista de la continuidad histórica. Su propuesta no es reemplazar la noción de identidad nacional por la de relativismo cultural, sino restituirle a la representación de lo nacional sus contradicciones constitutivas, su ambivalencia, ese suelo transitorio en el que lo mismo y lo otro nunca se reconcilian, pues las operaciones que fundan tradiciones nacionales son a la vez actos de desplazamiento y exclusión cultural. Los ensayos que componen este libro exploran la condición problemática de las narrativas nacionales en diversos contextos: el momento en que el bastión de lo inglés revela su paranoia y se desmorona ante la aparición de los inmigrantes y los obreros fabriles, el modo en que el realismo mágico del boom latinoamericano se convierte en el lenguaje del mundo poscolonial emergente, los claroscuros del relato de la libertad estadounidense, el populismo en la poesía de Whitman como negación de la diferencia y de los conflictos de integración social. ¿Cuándo fue que nos convertimos en un pueblo? ¿Dónde nos sentimos en casa? Estos interrogantes resuenan en el libro, que opone, a la unidad imposible de la nación, su realidad contradictoria, su capacidad de cerrar filas y establecer un canon pero también de mantener a la cultura en su posición más productiva, la de saberse habitada por la diferencia.