"Aspiro a un arte de carne y hueso, con cerebro y con sexo, menos perfecto, o de una perfección disimulada bajo una trabajosa y cálida espontaneidad; un arte para todos los días, un poco popular, un poco desgarrado -si se quiere-; pudoroso en su impureza, contenido dentro de la más absoluta libertad de expresión; un arte, en fin, cuya dignidad le impida hallarse al servicio de nadie ni de nada, y obedezca tan solo a las necesidades de su propia existencia." Así define el propio Girondo la intención que guiará toda su producción poética. Reconocido "fundador" de la actual poesía hispanoamericana, exponente junto con César Vallejo y Vicente Huidobro de la noción de "vanguardia", miembro de la revista Martín Fierro, referente de la neovanguardia de los años cincuenta (Grupo Poesía Buenos Aires), la estética de Girondo conjuga juegos fónicos, palabras fusionadas, giros populares, elementos que como dice en el prólogo Daniel Freidemberg expresan "puro juego gozoso, irreverente alegría vital, habilidad para captar en el mundo circundante el detalle preciso y disfrutarlo, un modo de sintonizar cierta poderosa fuerza erótica a cuyo contacto la existencia adquiere mucho de travesura y de fiesta y la materia toda se vuelve una promesa de embriagada poesión". La presente antología recorre la obra de Girondo desde los Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922), pasando por Calcomanías (1925), Membretes, Espantapájaros (al alcance de todos) (1932), Persuasión de los días (1942), Campo nuestro (1946), En la masmédula (1956), hasta una serie de poemas sueltos no reunidos en libro por su autor -algunos inéditos y otros poco conocidos-. Daniel Freidemberg, a cargo de la selección y el prólogo de este libro, es poeta, traductor y periodista. Con una larga trayectoria en el campo de la crítica, realizó estudios preliminares a obras de autores como Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Raúl González Tuñón, Joseph Conrad y Katherine Mansfield.