«Los europeos nos juzgan siempre severamente. Para ellos, seremos siempre salvajes. Es verdad, hay guerras en nuestro país, pero en Europa también las hay, y allí como aquí se ven siempre en pugna las dos corrientes que agitan los mundos... Luz y sombra.» Pablo o la vida en las pampas narra la historia de un joven gaucho que se debate entre las ansias de libertad y la persecución de la justicia, y a través de ella, habla de la tensión entre política y sociedad, campo y ciudad, costumbres y ley. Con una mirada muy personal, Eduarda Mansilla alerta sobre la desprotección de los habitantes de la campaña y hace una valiente crítica al accionar del Estado. «La autora está en Francia cuando escribe esta novela y la escribe en francés. Ese ser puente, ese erigirse en intérprete de lo nacional para explicárselo a los otros, es el gesto de Pablo o la vida en las pampas. Pero no es el único gesto: Eduarda habla para afuera, lo dice explícitamente. Lo que no dice pero no deja de ser claro es que también habla para adentro: telegrama para el presidente Domingo Faustino Sarmiento.» Gabriela Cabezón Cámara