Todo lo que Damián escribe, yo lo leo. Siempre espero que escriba cosas nuevas y le temo al día que deje de hacerlo. Este libro lo comencé rápido, leí un poema tras otro. En voz alta, sentada junto al calor del horno, pude leer para mi novia mientras cocinaba. Pero algo comenzó a quebrarse dentro de mí.