«Me viene el futuro y no es inerte. Nada es inmutable. Nadie. Para esto envejecí, para saber que puedo cambiar todo.» Márgara es una mujer con el don de la profecía. Como a Casandra, tampoco a ella le creen, aunque lo que vaticina sea la esperanza del mundo. Para salvarnos -augura-, solo hace falta que la humanidad oiga y entienda que la bondad trae ganancia. Nora, el personaje creado por Henrik Ibsen en Casa de muñecas, decide enfrentarse a su propio creador y discutir con él sus dichos y acciones. Al hacerlo, ella se vuelve autora de su identidad, al tiempo que convierte en personaje al dramaturgo. Dos mujeres, dos voces que se levantan y crecen como una tormenta para mostrar las caras de la violencia e intentar rebelarse ante la opresión y los mandatos. Griselda Gambaro vuelve a deslumbrar con dos obras teatrales poéticas, incisivas, originales, en las que con lucidez extrema indaga en ?los pliegues del poder y la dominación.