Los colores brillantes de un césped cubierto con un manto de flores de primavera con un aroma dulce, la luz y el calor beneficioso de un sol cegador de verano, la danza armoniosa y elegante de las hojas ahora amarillentas que caen de los árboles en otoño, el silencio amortiguado de un noche de invierno enmarcada por el encanto de la nieve. El Tarot de las Estaciones nos lleva de la mano, llevándonos a un lugar encantado donde la Naturaleza, la sacerdotisa divina, dispone y gobierna sabiamente el paso del tiempo.