Los Aforismos sobre el arte de vivir (1851) son en palabras de Franco Volpi, preparador de esta edición, una de las obras maestras más afortunadas del pensamiento occidental. En sus páginas, y después de que hubiera plasmado en El mundo como voluntad y representación una férrea metafísica del pesimismo, Arthur Schopenhauer (1788-1860) ofrece un compendio de filosofía práctica en el que recoge doctrinas, recomendaciones y advertencias para desenvolverse mejor en la vida y evitar sus trampas y contrariedades, un arte de prudencia, en suma, que se puede considerar como una estética de la existencia. Y es que es justamente la concepción de ésta como espacio que oscila entre el dolor y el aburrimiento lo que impulsó a Schopenhauer a considerar la filosofía como una forma de sabiduría práctica capaz de modificar la manera de ser de uno mismo y de proporcionarle su forma mejor, a la vez que como un instrumento propio para afrontar las adversidades y para ser moderadamente felices sobreponiéndonos a ellas.