Carta sobre los ciegos para uso de los que ven
"Adversario fraterno" de Voltaire, Denis Diderot (1713-1784) conjugó en una vasta obra -que se extiende desde piezas literarias y trabajos filosóficos hasta la crítica de arte y el estudio de los organismos vivos- las tesis del deísmo inglés con el materialismo sensualista, el empirismo de Locke y el atomismo antiguo de inspiración lucreciana. Su nombre (junto a los de Voltaire, Montesquieu, La Mettrie, Rousseau, Condorcet, D'Alembert, Condillac, Sade...) está en el preciso centro de esa extraordinaria aventura intelectual que tuvo lugar en el siglo XVIII francés, en el que la Republique des Lettres alcanzará su fruto más sublime con la Enciclopedia, proyecto colectivo de un Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios que se concretó en diecisiete volúmenes.
La Carta sobre los ciegos es la primera obra original de Diderot, y su publicación en 1749 le valdría varios meses de prisión en Vincennes; desde entonces el joven filósofo se volverá un acérrimo defensor de la libertad de palabra y de publicación, sin descuidar el arte de la prudencia, la reticencia y la máscara. Retomando viejas cuestiones planteadas por Berkeley, Locke, Condillac y otros, Diderot penetra aquí filosóficamente en el mundo de los ciegos, con un ensayo inspirado y fascinante.