La ambición de volar, el viejo sueño del hombre, cobraba realidad. Por eso Julio Verne, incansable viajero literario, no podía dejar de escribir esta obra, una de las más perfectas de cuantas produjo. Junto al viaje a la Luna, el viaje submarino y el viaje al centro de la Tierra, realiza aquí el viaje sobre la tierra, a vista de pájaro. Asistimos así, en su compañía, a una descripción minuciosa del corazón de África, en el seno de una expedición para la medición del meridiano. Verne continúa aquí con su fórmula personal, uniendo la divulgación y ficción científicas a su pasió por la aventura.