Dos cuentos con zorro pícaro que termina maltrecho: "El zorro milico" y el que da título al libro. La bravuconada del zorro de entrar al gallinero y por la puerta grande le sale muy mal, y todo por dejarse llevar por su disfraz. En su encuentro con el águila, creer en la complicidad de esta para hacerse de presas le depara un paseo muy ingrato.