En ¨El arreo de los vientos¨ - como en ¨Exilio en Bowery¨(1999) o en ¨Criaturas de la noche¨(2000), lo fantástico se convierte en un recurso narrativo que le permite a Israel Centeno crear un ¨territorio liberado¨ de magnitudes temporales y espaciales, pues sus criaturas deambulan por Sevilla, Caracas, París, Porto Novo, Salvador de Bahía, Moscú o el mítico reino de Dahomey, atravesando portales, hirviendo calderos y alternando con brujas, libertadores, vampiro y próceres de la independencia, porque ¨El arreo de los vientos¨ es una novela narrada desde el interior del ¨aleph borgeano¨, a través del cristal de M´Kraan del universo Marvel o desde las profundidades del agujero gusano de la serie Dark, aboliendo así las eras y las coronologías, con la finalidad de celebrar un sacrificio que recuerda al desenlace de ¨La noche boca arriba¨ de Cortázar, solo que en lugar de cazadores de la guerra florida, Israel Centeno libera en ¨El arreo de los vientos¨ a las furiosas erineas del culto Yoruba.Fernando Iwasaki