El manuscrito RM-9322 puede ser considerado como un auténtico «songbook» del s. XVII: es un compendio que reúne, en una misma fuente, el repertorio más característico del barroco español. Por ello, su estudio supone un auténtico viaje a lo largo de un repertorio que, en su época, estaba estandarizado y consolidado. Y no solo eso: era también la base de una realidad cultural -con un marcado carácter popular- que estuvo vigente durante más de un siglo, donde se mezclaban música, danza y canción.Está depositado en fondo Rodríguez-Moñino de la Real Academia Española de la lengua (RAE) bajo el título «Partituras de música instrumental de danza» y contiene 57 piezas, de las cuales 54 están escritas para violín y 3 para guitarra barroca, distribuidas en 28 estilos de musicales diferentes. Destacan la presencia de numerosos pasacalles (10), danzas de origen italiano (Mantua, Bergamasca, Tudesquino, Tarantela, Rugiero, etc.), así como Folía, Chacona, Españoleta, Pavana, Villano, Jácara... y un largo etcétera.Además de su valor musical, se trata de una fuente de gran valor musicológico por su singularidad, ya que está escrita para violín, instrumento para el cual tenemos apenas unos cuantos legajos en este sigloXVII. El RM-9322 es, en definitiva, un testimonio que nos remite, no sin cierta nostalgia, a un repertorio musical de una belleza atemporal, caracterizado por una rítmica magnética, que afortunadamente ha llegado hasta nuestros días gracias a fuentes como esta.