La Ilustración fue un movimiento cultural que transformó el mundo del conocimiento y de la política, pero también fue un fantástico negocio. El cúmulo de conceptos que habrían de conducir a la Revolución francesa encontró en la 'Encyclopédie' -la magna obra de Denis Diderot y Jean d'Alembert- su más exacto resumen, y ésta a su vez es un ejemplo sobresaliente de cómo las ideas se materializan y circulan entre las personas. El "diccionario razonado de ciencias, artes y oficios", como rezaba su subtítulo, era un ambicioso esfuerzo por reordenar el conocimiento humano, a contracorriente de lo predicado por instituciones del antiguo Régimen como la Iglesia y la monarquía, y por ponerlo al alcance del lector curioso... que pudiera adquirir los muchos volúmenes de la 'Encyclopédie'. Pero su primera edición, en folio, no fue de ninguna manera un fenómeno de masas y sólo cuando un grupo de empresarios editoriales -de París y Lyon, en Francia, y de Neuchâtel, en Suiza- percibió la abundante y no saciada demanda de esa obra en un formato y a un precio accesibles, el libro más importante del siglo XVIII pudo convertirse en un descomunal 'best-seller'. Mediante el minucioso análisis de más de 50 mil cartas de la Société Typographique de Neuchâtel, una imprenta en la periferia de la industria editorial francesa, Robert Darnton reconstruye las prácticas de los editores del siglo XVIII: sus consideraciones técnicas y comerciales, sus modos de enfrentar al poder político y sus estratagemas para lidiar con la competencia. Al hacerlo, produce un vívido retrato de las personas que con papel y tinta hicieron de la abstracta Ilustración un negocio concreto, fastuoso, intrincadísimo. Gracias a la elegante prosa del historiador estadounidense, asistimos a los talleres en que se compone la tipografía y se tira de la barra para imprimir los pliegos, a las oficinas donde se fraguan conspiraciones o se combaten las ediciones piratas, a las aduanas por las que se cuela el contrabando de obras prohibidas, a las tiendas en que los suscriptores reciben las entregas del mayor libro de su época, a los 'cabinets littéraires' donde gente sin recursos abreva en las ideas de avanzada, a las academias en que los sabios están inventando el saber profesional. Esta historia de las ediciones que entre 1750 y 1800 convirtieron a la 'Encyclopédie' en una obra ampliamente difundida tiene todo el nervio de un relato de ficción y la solidez de los trabajos académicos que marcan un hito en su disciplina. Éste es un gran libro sobre un libro aún más grande.