El siglo XX ha sido juzgado y condenado: el siglo del terror, de las ideologías utópicas y criminales, de las ilusiones vacías, de los genocidios, de las falsas vanguardias, de la abstracción como sustituto ubicuo del realismo democrático. Sólo quiero examinar lo que este siglo maldito, desde el interior de su propio devenir ha dicho que era. Para hacerlo, utilizo poemas, fragmentos filosóficos, pensamientos políticos, obras teatrales.