Desde el cielo encapotado, un viernes llueve un circo completo en un pueblo: magos, acróbatas, payasos, elefantes
Algunos se admiran, otros se asustan y se van. Hasta que aparece el dueño del circo, que no solo demuestra el abuso hacia sus artistas sino que quiere cobrar una entrada cara para que el público presencie lo que todos ya han disfrutado. Valentina lidera el enfrentamiento contra el dueño del circo; así, los artistas se refugian en lugares insólitos, como bolsillos, cajitas de fósforos o la cartera de la bibliotecaria. La unión de todos logra que un circo sin dueño y sin carpa quede instalado en la plaza