En "Ensayos políticos" David Hume analiza la teoría del contrato social y sostiene su tesis de que la ciencia política no puede ofrecer ideas abstractas y generales, ya que hay "pocas reglas que no admitan excepciones y que no puedan ser, a veces, superadas por razones y accidentes". De ahí que considere, contra la opinión de Locke, que la propiedad no es el único fundamento del Gobierno. Hume también se plantea descubrir por qué es necesario el Gobierno y cuáles son sus fundamentos. A su juicio, éste es necesario para que los "hombres vivan en sociedad", porque "sin leyes, magistrados y jueces" no se podrían impedir "los abusos de los fuertes sobre los débiles, de los violentos sobre los justos y equitativos". Ahora bien, o el Gobierno surge pacíficamente y es la propia sociedad quien lo instituye, como señalaba Locke, o, por el contrario, es el resultado de la coacción de unos sobre otros.