En «Estrictamente bipolar», Leader muestra que el incremento en el diagnóstico de dicho padecimiento(en los últimos veinte años ha aumentado en un 4000%) va acompañado de un cambio dramático en su percepción: acorde a la energía y vitalidad ilimitadas que la economía de mercado exige a sus individuos,los estados maníacos asociados a la bipolaridad son bien vistos y alentados en el entorno laboral, pues se considera (erróneamente, según Leader) que están en sintonía con las exigencias competitivas de la época. Incluso en el multimillonario negocio de la prescripción de medicamentos asociados para lidiar con la bipolaridad se toman en cuenta las exigencias «profesionales y de estilo de vida», para no atentar del todo contra los estados maníacos que exhiben aquellos diagnosticados.