#El pasado es un país extranjero: se hacen las cosas de manera diferente ahí#, se dice en una de las novelas más notables de L. P. Hartley. Sin nostalgia, sin pasado en juego (o sí, pero con otras reglas), esta novela de Jorge Accame parece aludir a ese dilema con que nos topamos cuando una realidad extraña nos visita. Forastero remite desde el comienzo #con suspenso de thriller# a la identidad que un sujeto debe asumir cuando penetra en territorio desconocido. Asumir y recibir, puesto que no se trata sólo de una operación solitaria: un bosque de rumores acecha a este personaje que se adentra en territorio ajeno como en una cerrazón. El protagonista paga por conocer historias locales, otro modo de adentrarse en ese lugar ajeno, distinto, que lo absorberá y, por momentos, lo obligará a perderse. Por momentos, forastero y perplejo, parece estar en cautiverio, expiando una culpa que ignoramos. Pero en los andamios de esa construcción acaso sin clave hay indicios, andrajos de paisajes parecidos a otros que conoció, sombras y bosquejos de circunstancias recordadas. Suma de conocimientos y percepciones, Forastero es el libro que nos entrena para soportar la sinuosa hipocresía del mundo, con todos los matices y sutilezas que es capaz de ensayar. La lectura y la relectura de un libro así, aparte de proporcionarnos placer, nos ayudan a desentrañar, gracias a la ficción, la compleja estructura de la realidad.