Está todo mal No se dice manito, no se pronuncia moustro, es erróneo decir tal es así, terntaytres, estatus quo, Bayern Miunij, bet seler. También es horroroso escuchar la primer mujer, el once aniversario, Kishner, brasilero, la veinteava vez, Revolución Libertadora, cónyugue o hace un año atrás.
Es válido ampararse en que se entiende igual, claro, pero el hablar bien pertenece a la misma familia de conductas que nos hacen lucir mejor: caminar derecho, vestir con buen gusto, decir gracias y por favor, masticar con la boca cerrada o no estacionar el auto sobre el cordón amarillo. Sin esto, la vida sigue igual, pero corregirlo es una cuestión de amor hacia uno mismo y hacia los demás. Un léxico limpio de malezas, más allá de la cantidad de vocablos que se manejen, luce tan bien como una dentadura completa y límpida, una buena caligrafía, una foto bien sacada o una mano firme cuando se estrecha con otra.