Joan Castleman acompaña a su marido, un famoso escritor norteamericano, a Helsinki, donde recibirá un prestigioso premio literario. Pero ya en el avión nos enteramos de que ha decidido dejarle: está harta de él y de su egolatría. Al mismo tiempo empieza a rememorar cómo lo conoció en la universidad cuando era uno de sus profesores, sus cuarenta años de matrimonio y todos los sacrificios que ha hecho anteponiendo las necesidades de él a las suyas propias.
En un texto muy ágil, típico de Meg Wolitzer, se van desarrollando a la vez la historia del triunfo literario de Joe y la de su pasión por las mujeres. Destaca la agudeza con la que la autora describe el ambiente literario, con sus envidias y sus traiciones. Esta visión intencionada y penetrante, junto con la elaborada voz en primera persona, convierte La buena esposa en una novela original, ágil y de singular interés.