La Libertadora propone el relato histórico del tiempo que va desde la caída de Perón hasta la presidencia de Frondizi. En esos 32 meses dos presidentes militares gobernaron con carácter provisional: el general Eduardo Lonardi, que intentó sin éxito llevar a la realidad su divisa revolucionaria, #No hay vencedores ni vencidos#, y el general Pedro Eugenio Aramburu, que se empeñó en desperonizar a la sociedad y en preparar la entrega del gobierno a las fuerzas políticas partidarias. En este período de facto se puso énfasis en incorporar a la Argentina al orden mundial de la posguerra dentro del modelo de las naciones democráticas. En ese sentido el proceso de desperonización imitaba lo ocurrido luego de la caída del fascismo en Europa. Pronto las diferencias entre un caso y otro fueron evidentes. El peronismo retrocedió aunque sin dejar en ningún momento de constituir una alternativa de poder y esto condicionó el regreso al régimen constitucional y dio lugar a proscripciones. La Libertadora ofrece un panorama sustancioso de la época y de sus protagonistas; individuos y grupos son retratados con fidelidad sobre la base de documentos de primera mano, muchos de ellos absolutamente inéditos. María Sáenz Quesada aborda con honestidad intelectual y habilidad narrativa un período polémico cuya memoria está empañada por los fusilamientos de militares y civiles de junio del 56, razón por la cual, cuando se trata de escribir esta historia, parafraseando a Octavio Paz, #las viejas heridas sangran todavía# .