Una propuesta que permite al alumno dejar de ser un receptor pasivo para ser un consumidor y productor activo; implica también su iniciación en el conocimiento de los lenguajes y las tecnologías audiovisuales. Mucho más que otros soportes tecnológicos -por cierto no descartables-, el video permite la creación de ámbitos de diversión y entretenimiento que estimulan el aprendizaje; facilita la participación solidaria del grupo y muestra hasta qué punto el trabajo colectivo beneficia a todos sin anular las individualidades. Este equipo ofrece un manual y un CD cuyos contenidos han sido estructurados en cuatro áreas: tecnológica, del producto, comunicacional y pedagógica.