¿Hay algo más duro que tener trece años y estar destinado a luchar contra las peores criaturas mágicas nunca vistas, las llamadas leyendas mitológicas, sin tener ningún talento para ello? Ése es el destino del pobre Finn, a quien, a pesar de todos sus temores, van a nombrar oficialmente Cazador de Leyendas de Bocanegra, un cargo que su familia siempre había deseado para él.