Había una vez... unas "fábulas ridículas con que los viejos entretienen y divierten a los niños", como las definía la Academia Francesa por la época de Charles Perrault. Despreciando este concepto, Perrault las recopiló y las fijó en una versión literaria a fines del siglo XVII, después de que las fábulas habían rodado por cientos de años de boca en boca, contadas y recontadas una y otra vez por las clases populares. Gracias a Perrault, "La bella durmiente", "Cenicienta", "Caperucita Roja", "Pulgarcito", son quizás los prime ros cuentos que hemos oído y los primeros que a su vez hemos contado. Los cuentos con hadas, como señala Bruno Bettelheim, nos hablan y les hablan a los niños de los destinos del hombre, de sus sufrimientos, de sus temores y de sus esperanzas, y lo hacen con una comprensión profunda de los méritos de la bondad, de la compasión, de la virtud. Los ofrecemos aquí en su texto original, traducido por Graciela Montes e ilustrado con los magníficos dibujos de Saúl.