Las relaciones de Sebrili con el peronismo pasaron por diversos avatares. En los años 50, cuando la intelectualidad, con rayas excep ciones, era furiosamente opositora, Sebreli rompio con Martinez Estrada, que habia influido en su formacion juvenil, y dejo de escribir en Sur y Contorno por defender al peronismo desde una posicion de izquierda, algo insolito en aquellos años. Los desencuentros no treminaron alli; cuando los jovenes intelectuales de izquierda de los años 70 se volcaron al peronismo, Sebreli, que tan tempranamente habia contribuido a esa actitud, ahora la rechazaba. Expresion de esa nueva etapa en este libro, donde no solo critica al peronismo clasico, definiendolo como una variante del bonapartismo y del fascismo, sino tambien se autocritica, al desaprobar a las izquierdas -que como antes el autor- confundieron al peronismo con una forma de socialismo. El ultimo avatar es el del menemismo, al que Sebreli -en el prologo para esta nueva versión- califica como enterrador del peronismo, caracterización que seguramente habrá de molestar a unos y otros. Si resulta difícil etiquetar a Sebreli en una determinada posición, por lo menos debe admitirse que decididamente no es lo que en política se llama un oportunista; por el contrario, suele dar la nota discordante del aguafiestas y quesaca de sus cambios rédito político. Su manera dialéctica de pensar lo lleva a cambios incitados por las nuevas experiencias de la vida, por los nuevos conocimientos ad quiridos. Esta actitud escandaliza a quienes se aferran a dogmas fijos y, complacientes con sus propios errores, subordinan la búsqueda de la verdad a la lealtad. Seguramente esta original versión del peronismo vista desde la perspectiva de lo que este ha devenido hoy, y desde la altura de los combatientestiempos actuales, volverán a provocar polémicas.