A fines de 1978, Alejandro Alonso emprende junto con un compañero una huida hacia el norte del país, escapando de una nueva cacería de militantes peronistas de los grupos de tareas del gobierno militar en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Militantes ambos del Frente de Lisiados Peronistas, ciego el primero y rengo el segundo, han conseguido a partir del 73 una conquista histórica: que se debata y posteriormentesancione, un año después, una ley laboral para discapacitados. Se trata de un verdadero hito, que propone derribar un modelo médico hegemónico que sostiene una concepción degradatoria: considera a las personas con discapacidad enfermos. Sin embargo, será el Estado Terrorista el que establezca hacia ellos la más brutal de las igualaciones al otorgarles la condición de enemigo, persiguiéndolos, torturándolos y matándolos sin miramientos, como a tantos otros miles de compatriotas. Los rengos de Perón cuenta la experiencia del Frente de Lisiados Peronistas a partir de la perspectiva de uno de sus militantes, Alejandro Alonso. Acompañan este testimonio personal entrevistas con muchos otros protagonistas de la experiencia: Alfredo Moffat, Aníbal Perón, Gilberto Ponce, Oraldo Britos, Hugo Merola, "Laly", Marisa Wagner, Mónica Brull, Ricardo Quiñones y Roberto Perdía. Se incorporan, también, un testimonio de Pedro Lemebel y una carta de Claudia Victoria Poblete Hlaczik a sus padres, desaparecidos durante la última dictadura militar. La edición incluye un apéndice constituido por documentos de la época.