La palabra "wichi" es mucho más que una auto denominación étnica:"Wichi" es todo aquel ente que favorece la vida. Seres vivos, fenómenos meteorológicos, aguas que fluyen, la miel, el pescado, la carne de los animales, los actos, pensamientos y sentimientos que propician una armónica convivencia entre hermanos. Todo esto es ser "wichi".
Habitantes del histórico y diezmado "impenetrable" chaqueño, los mataco-wichi son parte de una vasta familia que incluye, entre otros, a los pueblos nivaclé, chorote y maká, con los que comparten afinidades lingüísticas y culturales.
Víctimas de lo que fue la conquista militar del Chaco, recluidos en las misiones religiosas de diversas órdenes, sometidos de continuo a la explotación por parte de madereros, agricultores y -fundamentalmente- los ingenios azucareros, una renovada auto conciencia mantiene a los wichí en lucha por reivindicar sus territorios históricos, su lengua y su cultura.
Estas páginas repasan la configuración de su mitología, su modo de vida profundamente ligado a un ámbito geográfico, los embates "civiliza-torios" que han tenido que sufrir y los desafíos que involucra su situación actual.