En el mundo Yasan, dice el poema de este título, hay siempre incomodidades, sucesos inesperados, peligros. Las fronteras movedizas, vacíos espontáneos, desprendimientos, provocan quizás apunta con ironía-, que los viajeros pasen de largo, que nadie se quede a vivir ahí.Pero el tránsito por ese mundo es una aventura y un vértigo que sus lectores nómades no podrán olvidar.