Autor de cuarenta libros, amigo de Rubén Darío, Amado Nervo y demás jóvenes del 900 en la bohemia parisina, relacionado con todos los escritores españoles de la generación del 98, reconocido por sus altos valores literarios en toda Europa y en América latina, llegó a constituirse en codirector de la revista Monde, junto a Miguel de Unamuno, Máximo Gorki y otros, y fue orador central en el acto de fundación de la Federación Universitaria Argentina. No obstante, la cultura oficial le negó el Premio Nacional de Literatura y, lo que es más tremendo, lo borró de todas las bibliotecas, antologías y bibliografías.