Después de años de priorizar el saber intelectual, redescubrimos la importancia de trabajar con las manos. Porque es lúdico, sanador, relajante. Y la inteligencia que nace del cuerpo se activa cuando las manos entran en movimiento. Se trata de un saber más intuitivo, visceral, que surge en esa danza que bailan los dedos cuando cosen, bordan, tejen, hilan o tallan. Este libro nos muestra cómo volver al trabajo manual y los oficios, y nos conecta con todos los sentidos. ¿Cómo? A través del neo craft: un modo de recuperar técnicas, saberes ancestrales y materiales, aplicando los conocimientos del diseño con una mirada contemporánea, un modo de hacer las cosas, pero también de ser y sentir. Y por qué no, de vivir. Casi una filosofía de vida que recupera el alma de los procesos, de las cosas y, fundamentalmente, de las personas.