El nombre Mandala viene del sánscrito y significa "círculo", aunque también puede traducirse como "rueda" o "totalidad", ya que representa la integridad y el todo.
Son considerados como unos centros de energía, equilibrio y purificación que ayudan a transformar el cuerpo y la mente.
Hacer mandalas es un arte milenario que permite por medio de un soporte gráfico llegar a la meditación y a la concentración, para expresar nuestra propia naturaleza y creatividad.
Sus diseños varían, pueden ser muy simples o muy complejos, pero eso da lo mismo y no influye en la calidad y efectividad del mandala.
Suelen ser usados por maestros espirituales, chamanes y sanadores, como fuente de sabiduría y como una forma de meditación.