Este libro reúne un conjunto de estudios sobre las migraciones de los países vecinos y Perú hacia la Argentina, abarcando las principales líneas de investigación actuales sobre el tema. Después de un análisis histórico, se abordan las transformaciones legales, las prácticas institucionales, los procesos socioeconómicos y políticos que estructuran vínculos de desigualdad y diferencia. Las acciones de los propios migrantes y de sus organizaciones son consideradas en diferentes zonas del país, tanto en términos de derechos, como de construcción de redes transnacionales y en sus intervenciones culturales en el espacio público. Se trata de un libro imprescindible para aquellos interesados en las migraciones, las transformaciones de la ciudadanía y los flujos culturales.
Introducción: La Argentina constituye un peculiar laboratorio para los estudios de migración internacional. Desde fines del siglo XIX recibió una cantidad de inmigrantes que, proporcionalmente, se encuentra entre las más significativas de la historia moderna. En aquel contexto, especialmente desde principios del siglo XX, se fueron desarrollando múltiples tensiones entre migración y ciudadanía, entre igualdad y diferencia, entre identificaciones de origen, identificaciones de clase y acción cívica. Cuando hacia la década de 1930 se cerró ese ciclo migratorio, comenzó a ser cada vez más relevante la migración desde las provincias hacia las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires. El hecho de que los migrantes fueran legalmente argentinos no implicó que las tensiones vinculadas a la discriminación, la exclusión y los derechos dejaran de estar en el primer plano, siendo constitutivos del propio surgimiento del peronismo.
En los últimos años del siglo XX, las tensiones acerca de migración, derechos y discriminación vuelven a estar en el centro de la escena. Durante la década de 1990 la migración se definió como "problema social", en la medida en que los "nuevos inmigrantes" eran acusados por el gobierno de ser delincuentes y causantes de la desocupación. En este proceso histórico, la migración dejó de ser vista como un medio para el desarrollo social y económico (con políticas públicas diseñadas para promoverla) y pasó a estar relacionada con el control de fronteras internacionales, en vinculación con cuestiones de soberanía.