El éxito alcanzado por Penas del joven Werther en el momento de su publicación (1774) se debió tanto a sus valores literarios como a su afinidad con el nuevo talante que comenzaba a transformar la sensibilidad y el espíritu de la época y que habría de plasmarse en el romanticismo. Sin embargo, la historia de amores desdichados que alumbró Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) es, como apunta en su iluminador prólogo Rosa Sala Rose, un río subterráneo que aflora una y otra vez no sólo en la historia de su autor sino en la historia de nuestra época. Y esto es sin duda por su capacidad para conectar con los conflictos e insatisfacciones latentes en todos los tiempos: justo lo que hace de una obra un clásico.