Un escritor consagrado y una faceta suya casi desconocida: Roa Bastos poeta. La producción poética de Augusto Roa Bastos (Paraguay, 1917) comienza en 1942 con El ruiseñor de la aurora, al que siguen El naranjal ardiente, Nocturno paraguayo y 'Silenciario. El escritor, conocido por su obra en prosa (Hijo de hombre, Yo el supremo, El fiscal'', etc.), acredita no obstante, al decir de Jorge Boccanera, "un corpus poético definido y autónomo del resto de sus escritos"... Su vasta producción evidencia la preocupación de Roa por la poesía y un compromiso con la palabra, que maneja con atractiva sencillez. Su incorporación permite atisbar ya en esta oportunísima colección una valiosa -y valiente- línea de selección de voces.